25/7/23

¿CÓMO ERES, SEÑOR?

 


 





Y tú, Señor, ¡cómo eres?

No nos bastan tus reflejos

necesitamos ver tu rostro,

intuirle al menos,

desde nuestra párvula estatura

de niños.

 

Porque siempre que pensamos en Ti, Señor

nos parece que Tú

eres más.

Mucho más.

 

Más sabio que sapientísimo,

más perfecto que perfectísimo,

más poderoso que todopoderoso

más inmenso, que al margen de todo límite,

más simple, que carente de composición.

Y sobre todo

más bueno que santísimo…


Pero ¡cómo eres, Señor?

¿nos vas a tener así?

Eres, eres. Existes…

 

Bueno, basta,

seamos felices arropados

a tu cálido manto

con certeza

filial…