27/10/23

DERRIBO DE CASAS VIEJAS


 




Van muriendo tus células antiguas

con olor a sainete entre sus cales.

Las máquinas, cigüeñas de metal

picotéan paredes tennazmente,

y gimen esqueletos indefensos

en rebelión de gritos hechos polvo.

Viejas casas molidas ¡cuántas manos

portáis en los pedazod de la piedra!

¡cuántas lluvias

sufristéis cobijando sentimientos!

¡cuántos amores todavía florecen

cuando abonáis -escombros- amapolas!

¡Cuántas niñas alondras se deciden

a daros huella leve de nostalgia!

Al veros fallecer tan dignamente

resucita en mi carne la semilla

de historias estudiadas entre asombro

de adolescencia hostil y efervescente.

Vuestro polvo de plata y de canela

alimenta mis ojos y me enciende,

lima aristas de urgencia en mis anhelos

me hace hombre con nimbre y con agrado.

Al veros, hechas tierra, yo me siembro

y bebo vuestra savia y nazco espiga

trilladora en el asfalto; pero espero

salvaros y salvar del hondo frío

al hombre sin apodo y sin alondras.