Se ha dormido la historia en tu regazo
declamando, dormida, sus latidos.
Relicario de ojos encendidos
que atraparon la luz en cada trozo.
Entre el hoy y el ayer eres el lazo
que desposa las flores y los nidos.
Apelas bellamente los sentidos
y floreces en ellos el abrazo.
Manos de llama te dejaron huellas
condensaron en lienzos las estrellas
que en silencio de luz lloran y rezan.
Eres rincón de vuelos y cristales
relicario de limpios manantiales:
callada inundación de la Belleza.