24/4/21

ENCUENTRO

Otra vez –te conozco– me has llamado.
Y no es la hora, no; pero me avisas. 
De nuevo traen tus celestiales brisas
claros mensajes al acantilado 

del corazón, que, sordo a tu cuidado, 
fortalezas de tierra eleva, en prisas
de la sangre se mueve, en indecisas
torres, arenas, se recrea, alzado.

Y tú llamas y llamas, y me hieres,
y te pregunto aún, Señor, qué quieres,
qué alto vienes a dar a mi jornada.

Perdóname, si no te tengo dentro,
si no sé amar nuestro mortal encuentro,
si no estoy preparado a tu llegada.

(Himno de Rafael Matesanz para la Hora intermedia del sábado de la 1ª semana)