17/8/23

LLEGADA

 



 



Estaba el padre allí, con la mirada

tendida hacia el camino. Se prendía

de noche en el lucero que vertía

la hondura paternal de su llamada.

 

Soñaba el Padre la feliz llegada,

esperaba el retorno del gran día.

Un caudal luminoso de alegría

presagiaba su fiebre amontonada. 

 

Sobre el polvo, hecho sangre de promesa

se encontraron por fin los dos anhelos.

Tendió la luz su comprensivo lazo,

 

y acosada de amor cedió la presa.

Hubo un himno de tierras y de cielos

y entre el padre y el hijo un hondo abrazo.