5/11/23

Y, ¿VOLVERÁ LA NOCHE?

 



 



Porque la noche, hermanos, teme a un niño.

Huye hacia las cavernas de la angustia

en donde no sonría la niñez

o, al menos, su sonrisa fácilmente

se apague al frío de la entraña dura.

 

Este niño es difícil. Este niño,

tiritando tan sólo y sonriendo,

desnuda, en plena luz, al egoísmo.

Definitivamente la gran noche

vaga errante por miedo a un niño pobre.

 

¿Dónde huye la noche? ¿Dónde huye?

No queráis más vivir su vieja historia

de odio que devora a la esperanza.

No enterréis vuestra sangre estérilmente.

 

Tal vez ya nunca volverá la noche

tras esta noche rota por un niño.

 

Tal vez la luz revista al infinito

y múltiple matiz de los colores

de cada ser hablando en nuestras venas

y sepamos que Dios nos ha pedido

nuestras manos para nacerse callos,

nuestra boca para gritar camino

y nuestro corazón para expirar.

 

Tal vez ya nadie viva, mientras alguien

muera de hambre o de color de piel.

 

Tal la luz de cada estrella nazca

en nuestro pecho herido de honda noche.

 

El gran Amor, sólo el amor, tal vez…